
Wanda, nuestro guia, nos vino a recoger a las 8 de la manana. Metimos botellas de agua y repelente en nuestras mochilas y nos fuimos. Los orangutanes estan en peligro de extinsion y solo los puedes encontrar en dos lugares en el mundo: Borneo y Sumatra. Nosotros vamos a ver si los encontramos...
Primero paramos en un sitio donde les dan de comer a los orangutanes que han sido devueltos a su habitad y recien se estan acostumbrando. Solo les dan de comer dos veces al dia y poco para que ellos mismos vayan aprendiendo a buscar su comida y sobrevivir solos. Llegaron 3 a comer, son lentos, flojos y muy parecidos a nosotros. Se distraen un ratito y los monos vivasos les quitan la comida.

Seguimos nuestro camino, esta vez para ver los salvajes. Caminamos por 8 horas en selva densa y todo en subida o bajada y cuando digo bajada me refiero a "agarrate de esa raiz y mira donde pones tu pie sin resbalarte". Despues de caminar 5 horas ya nos estabamos dando por vencidos. Wanda trato un par de atajos off-trek pero terminamos atrapados entre espinas y nos dijo: "Creo que estan por alla y los llevaria pero no tengo mi machete y no podemos cruzar, demos la vuelta". Hasta que nos encontramos con otro grupo y nos dijeron que habian unos cerca....y los vimos! Eran 3 trepados en el arbol y fueron avanzando hasta estar justo en el arbol encima nuestro desde donde nos tiraban frutas y ramas y por ahi un poco de pila. Regresamos felices, los conocimos.

Llego la hora de almuerzo, nos sentamos frete a una quebrada y esperabamos nuestro clasico sanguchito cuando nos saco un super chaufa con tortilla de huevo de una hoja de platano...Alvaro estaba en el paraiso.
El regreso fue otra aventura, todo el rato habiamos estado caminando rio arriba. Cuando bajamos la ultima montana y llegamos al rio nos esperaba German con una bollas. Nos sacamos los zapatos, metimos nuestras cosas en una bolsa y nos metimos en las bollas. Y asi por los rapidos despues de media hora llegamos donde Sam's.
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