El bus nos dejo en las siguientes condiciones: 5 am, cruzando la frontera en el medio de la nada, sin ni un singapur dolar y sin saber donde estabamos. Con la ayuda de una chinita buena gente que nos guio y el chofer del bus que se apiado de nosotros y no nos cobro, llegamos al hotel.
Singapur es totalmente diferente al resto del sudeste asiatico, super moderno, limpio, ordenado y mucho mas caro. Y lo mejor de todo es que hay unos super centros comerciales en todas las esquinas con cosas lindisimas. Fue un sufrimiento maximo no poder comprar nada porque recien hemos empezado el viaje y no puedo cargar mas cosas (me desquitare en China).
Nos caminamos toda la ciudad, comimos buenaso (incluido el famoso chilli crab) y juerguamos con el chino como los viejos tiempos. Subimos al Skypark a tomarnos unos tragos (gracias papa por mi regalo de cumple) y nos encontramos con un amigo de Singapur que nos llevo a comer como los locals (pie y barriga de chancho entre otros).
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